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Reconocer el cuerpo es uno de los placeres más gratificantes tanto para hombres como para mujeres, la importancia de la masturbación femenina se refleja en estados de ánimo, de tranquilidad, eso suele suceder después de días difíciles en mi trabajo o estudio.
En diciembre de 2016 conozco a través de una página de contenido para adulto a un hombre de 1'82, ojos cafés, cabello negro, con el hemos estado en varios privados que a decir verdad me dejan agotada, sabe como hacerme feliz, nuestra primera experiencia sexo-virtual fue con mi dildo rosado, que muchos de ustedes ya conocen, debo decir que es un domador de orgasmos, es una persona que se describe en relación a lo erótico como egoísta, envidioso y malo, pero esa relación de poder que hace es frente a mis orgasmos, es la primera persona en generar un sin número de squirt en mí ser, es una persona que a decir verdad cada que utilizo mi dildo me genera una serie de sensaciones poco usuales, me permite quedar sin aire, cansada, con contracciones vaginales constantes.
Amo verlo, porque pocas personas han intentado dominarme, amo cuando me dice suave, lento, suave, rápido, mientras introduzco mis dedos o mi dildo, da tanta alegría cuándo un hombre es capaz de darte tanto placer sin tocarte, a él hoy le agradezco por permitirme reconocer y explorar mejor mi cuerpo.
A la edad de 26 años vine a conocer el squirt que nunca había sentido, que no sabía que existía, disfruto tanto sentirme húmeda mientras abro mis piernas y no es por nada pero últimamente lo disfruto más desde que uso mis hermosas bolas chinas, cuando vibran al interior de mi cuerpo, es un deseo constante por ser penetrada y consentida.
